viernes, 8 de octubre de 2010

ENTENDER A CHINA: ¿ESTÁ EN CHINO?

- Hacerle al inspector chino

- El viejo truco de las cajas dentro de cajas

- La vía Maoísta al capitalismo

- El gato de Xiaoping no es el de Schrödinger

Con unos cuantos días de diferencia el China Town de la aldea global ocupó los titulares. Como una imagen del ying-yang y la dualidad complementaria nos enteramos que China es ya la primera potencia económica del mundo, luego, que el premio Nóbel de la Paz le fue otorgado a Liu Xiaobo, un disidente desde los tiempos del verano caliente en Tiananmen y preso hoy en algún campo para su reeducación.

Durante el siglo XX los crímenes en nombre de la ideología alcanzaron sus cotas más altas; sin embargo, los excesos de la ideología maoísta son poco conocidos. Quizás en parte a la lejanía que en sí provoca China, pero sobre todo, por la férrea censura de sus simpatizantes y la del gobierno chino para encubrir sus excesos; no se diga la complicidad interesada de occidente ante un mercado potencial de millones de consumidores: el cliente siempre tiene la razón

Lo que no logran los múltiples organismos de derechos humanos y mucho menos los políticos y gobiernos del mundo desarrollado; ni lo que el Dalai Lama o el escaparate de las Olimpiadas pudieron contra el cerco de la censura, lo está logrando la literatura. Curiosamente lo hace a través de ese género menor conocido como novela de misterio, el responsable, Qiu Xialong y sus seis novelas publicadas hasta ahora que tienen como personaje principal al inspector Chen.

UN INSPECTOR CHINO EN TIANANMEN

Los tanques del Ejército Rojo avanzando hacia la enorme plaza rebosante de protesta fue un evento (el primer en su tipo) trasmitido por la televisión, lo hizo en directo, a todo color y para todo el mundo: en el año de 1989 todos fuimos testigos del motín en el barrio chino de la globalidad. ¿Qué pasó a partir de entonces en el país que en los años 50s lanzó el “Gran Salto hacia Adelante”, en los 60s la “Revolución Cultural” y mostró al mundo el reto del anciano líder Maozedong cruzando a nado el Hoang Ho?

Ya el cineasta Ang Lee había comenzado a develar los misterios del gigante chino, pero ha sido el novelista, poeta y traductor, Qiu Xiaolong (Shangai 1950) http://bit.ly/cmwWOs quien los devela aún más al dar vida al inspector Chen Cao. Un personaje alejado del estereotipo de las novelas del género policiaco transformado en novela negra, lo mismo los de Dashiell Hammet y Raymond Chandle o los de James Ellroy. En el más puro contraste, el inspector Chen paralelamente a su trabajo policíaco y sumido en la contradicción entre dedicarse a las letras o a resolver crímenes, traduce a TS Elliot, es un experto en poesía clásica china y cita con fluidez lo mismo a Confucio, que el rico repertorio de refranes populares, los tradicionales pero sobre todo, los nacidos a partir de las reformas de Deng Xiaoping en los años 80s y que pintan de cuerpo entero ese sistema tan difícil de definir –y más de comprender- que impera en China.

La primera novela del inspector Chen, “La Muerte de una Heroína Roja” (2000) lleva al lector a dar un vistazo al creciente abismo entre ricos y pobres, producto precisamente de la gran reforma económica en la que no importaba “el color del gato, sino que cazara ratones” (Deng dixit). En la indagación de la misteriosa muerte de una “trabajadora modelo” de los años de esplendor de la dictadura proletaria y vuelta una anónima y marginada empleada de almacén en la nueva China, el inspector Chen se ve invlolucrado en un caso delicado, por lo menos para los altos cuadros del partido gobernante, y en el que se cruzan historias personales y envidias de vecinos lo mismo que purgas y luchas internas por el poder. Todo, secuela del maoísmo que imperó durante cuarenta años y modelo de uin gobierno autoritario que quebró definitivamente (si eso es posible en China) en Tiananmen.

Bien recibida por la crítica estadounidense y premiada con el Anthony Award (Qiu se mudó de China a St Louis Misouri y escribe en inglés), la novela no escapó al señalamiento de que en ocasiones parece más preocupado por revisar el pasado que por develar el misterio de la novela. No se diga su prosa, que en sus primeros trabajos parecía ruda y sin pulir pero que indudablemente prometía, como lo demostró con sus siguientes trabajos. Más allá de eso, la muerte de la heroína le abrió a Qiu Xialong las puertas de occidente y comenzó a conquistar los mercados internacionales del libro.

LA CIUDAD PROHIBIDA… A LOS POBRES

No faltará quien vea en Qiu Xiaolong un Mankell oriental y si el lector se acostumbró a los nombres sin consonantes del sueco, no tendrá dificultades con las “eses” “haches” y “ges” en las tramas de Qiu. Al lector apasionado por resolver crímenes y que disfruta buscando sus propias pistas y sospechosos, las novelas le ofrecen un festín aderezado con poesía china y platillos de cocina que incluyen recetas y lugares para degustarlos en Shangai.

Las tramas, bien cimentadas en la historia de la misma ciudad forman parte de la resolución del crimen, pero sirven también para atestiguar los cambios urbanos, sociales y políticos desde los barrios extranjeros de los tiempos coloniales, hasta las casas compartidas y la especulación rampante de los nuevos tiempos. Más allá del condimento extravagante, el vistazo a la creciente pobreza en aras de la occidentalización y el auge de los nuevos barones que habitan los también nuevos desarrollos urbanos de Shangai, la narrativa de Qiu es una fotografía por demás impresionante. Nos recuerda que China como fábrica del mundo no se explica sin el maoísmo, de la misma manera en que los extremos de la nueva China tampoco se explican sin el mismo. En el mejor estilo de los modelos del partido único que desaparecieron como en Rusia, solo lo hacen para dar lugar a las mafias y grupos nacidos a la sombra del antiguo régimen (lo cual tiende a olvidarse enMéxico).

Efectivamente, habría elementos para señalar la demasiada atención y espacio dedicado a la situación política, pero el afán crítico de la realidad tampoco le es ajeno al género. Su tercera novela, “Cuando lo Rojo es Negro” (2004) en obvia referencia a los Guardias Rojos de Mao y a lo “negro” de los enemigos de clase, gira alrededor del asesinato de Yin Lige, autor de un libro prohibido y cuyo esclarecimiento tendrá serias implicaciones políticas y sociales entre las altas esferas del partido gobernante. Chen sobrevive a tan peligroso cóctel, porque goza de cierta protección gracias a sus dotes de poeta –en China a pesar de todo la poesía goza de un respeto raro en otros países- y también claro, a los viejos conocidos de su familia. El despliegue de erudición sobre poesía china es tal, que llevó a cuestionar incluso su clasificación en Estados Unidos como libro de misterio.

En esta novela, buena parte de la trama recae en su ayudante Yu, lo que permite asomarse no solo la pobreza de los policías de a pie, sino también a una ciudad en donde buena parte de la población comparte el hacinamiento en casas y habitaciones. Las cocinas de carbón compartidas y las habitaciones sin agua caliente sirven al crítico vistazo a la burocracia que evita o bloquea la asignación de un departamento para Yu y su familia; así el lector comienza a compartir las tribulaciones de un adorable personaje: Qiquin la esposa de Yu, que al igual que él, fue enviada a reeducarse al campo por el simple hecho de tener formación intelectual y que ahora sobre vive en medio del fragor de la modernización.

En tanto Chen se dedica a la traducción de un proyecto para un nuevo rico el cual le dejará un buen ingreso extra, también le acerca la tentación de una atractiva secretaria personal, con la que recorrerá la moda de los karaokes y los nuevos restaurantes y cafés de la nueva Shangai. Entonces el lector descubre los nuevos rostros de una prostitución tolerada bajo el disfraz de la occidentalización y el stream global por los restaurantes en los que sorprende no la escasa calidad de la comida, sino que la gente esté contenta a pesar de ello, porque la atmósfera compensa cualquier otra cosa.

Y mientras el lector recorre barrios proletarios lo mismo que las viejas casas y los nuevos Loft del capitalismo chino, se comienza a comprender el papel del maoísmo en la historia china del siglo XX: si Mao Zedong sacó al país de la miseria, la promesa de Deng Xiaoping es sacarlo de la pobreza. Ese es el espejismo más allá de sus posibilidades o de sus implicaciones sociales y éticas; y es también –aspecto olvidado por occidenrte- la temporalidad de un país milenario, esa en la que los Estados Unidos son un recién llegado y al que ya doblega China con sus manufacturas y sobre todo, como el principal tenedor de sus reservas de divisas.

LAS CAJITAS CHINAS DEL DOCTOR FREUD

Qiu Xialong presta mucha atención y cuidado a sus personajes femeninos, lo mismo en las esporádicas apariciones de su madre, con los recuerdos de su exnovia, la esposa de Yu o la eficiente “pequeña secretaria” del inspector Chen; pero es en su quinta novela en donde escala esa atención y pone en el diván del psicoanálisis el mismo papel de la mujer en la literatura china. Sin olvidar que Freud no es leído en China.

“Vestido de Mandarín Rojo” (2007) se desarrolla en una atemorizada ciudad de Shangai que contempla lo inimaginable: la aparición de un asesino serial. Al igual que en la Unión Soviética con Andrei Chikatilo (quien asesinó a más de cincuenta personas en la década de los ochenta), en China es más importante guardar las apariencias que solucionar el caso. Es la misma premisa: en una sociedad modelo e igualitaria no puede haber ese tipo de asesinos.

El complemento culinario parece bastante adecuado, ya que la indagación lleva a Chen por restaurantes en donde abundan exquisiteces como serpientes despellajadas y cerebros de tortuga frescos en serio, ya que se preparan en el momento y en la mesa. Ésta, quizás la mejor de sus novelas hasta ahora, fue seguida por “El Caso Mao” que nos lleva a una biografía no autorizada del gran timonel y que merece una reseña aparte en este blog.

Solo cabe apuntar que el maoísmo tuvo secuela en todo el mundo lo mismo que sus excesos, pero China prefiere callarlos. Menos aún se publicita los abusos cometidos por sus simpatizantes hasta hace poco en Perú y menos aún las secuelas que ha dejado en esa extraña mezcla del sistema imperante actualmente en China: el socialismo maoísta. A la manera de esas cajas dentro de cajas, China nos muestra su “progreso” económico (con un altísimo costo ambiental http://bit.ly/caSbjH ), su lugar en el nuevo orden económico mundial ( http://bit.ly/9MJ3Fu ) y su poder sobre Estados Unidos; pero el premio Nobel a Liu Xiaobo (Pekin 1955) muestra también el rostro oculto del éxito. El viejo dragón asiático por ahora se centra en su ascenso como primera potencia económica y en su escaparate de la Feria Mundial (http://bit.ly/9sOUuK) , porque el color del gato no importa, sino que atrape al ratón.

NOTA EDITORIAL Las novelas de Qiu Xialong son publicadas por Minotaur Books y se compran fácilmente a través de Amazon http://www.amazon.com Con un ligero incremento de precio pero más rápido la entrega, se pueden comprar a través de http://www.book.com.mx

Recientemente Editorial Tusquets http://www.tusquetseditores.com/ comenzó a publicar en castellano las novelas de Qiu Xialong, ojalá mejore la infame perpetrada con "Muerte de la Heroína Roja"; aunque viendo la traducción de los títulos y las promoción como el “Wallander chino”, me temo que son como la mayoría de las traducciones hechas en la península: un chino hablando como abarrotero. De desconfiar.