viernes, 8 de octubre de 2010

ENTENDER A CHINA: ¿ESTÁ EN CHINO?

- Hacerle al inspector chino

- El viejo truco de las cajas dentro de cajas

- La vía Maoísta al capitalismo

- El gato de Xiaoping no es el de Schrödinger

Con unos cuantos días de diferencia el China Town de la aldea global ocupó los titulares. Como una imagen del ying-yang y la dualidad complementaria nos enteramos que China es ya la primera potencia económica del mundo, luego, que el premio Nóbel de la Paz le fue otorgado a Liu Xiaobo, un disidente desde los tiempos del verano caliente en Tiananmen y preso hoy en algún campo para su reeducación.

Durante el siglo XX los crímenes en nombre de la ideología alcanzaron sus cotas más altas; sin embargo, los excesos de la ideología maoísta son poco conocidos. Quizás en parte a la lejanía que en sí provoca China, pero sobre todo, por la férrea censura de sus simpatizantes y la del gobierno chino para encubrir sus excesos; no se diga la complicidad interesada de occidente ante un mercado potencial de millones de consumidores: el cliente siempre tiene la razón

Lo que no logran los múltiples organismos de derechos humanos y mucho menos los políticos y gobiernos del mundo desarrollado; ni lo que el Dalai Lama o el escaparate de las Olimpiadas pudieron contra el cerco de la censura, lo está logrando la literatura. Curiosamente lo hace a través de ese género menor conocido como novela de misterio, el responsable, Qiu Xialong y sus seis novelas publicadas hasta ahora que tienen como personaje principal al inspector Chen.

UN INSPECTOR CHINO EN TIANANMEN

Los tanques del Ejército Rojo avanzando hacia la enorme plaza rebosante de protesta fue un evento (el primer en su tipo) trasmitido por la televisión, lo hizo en directo, a todo color y para todo el mundo: en el año de 1989 todos fuimos testigos del motín en el barrio chino de la globalidad. ¿Qué pasó a partir de entonces en el país que en los años 50s lanzó el “Gran Salto hacia Adelante”, en los 60s la “Revolución Cultural” y mostró al mundo el reto del anciano líder Maozedong cruzando a nado el Hoang Ho?

Ya el cineasta Ang Lee había comenzado a develar los misterios del gigante chino, pero ha sido el novelista, poeta y traductor, Qiu Xiaolong (Shangai 1950) http://bit.ly/cmwWOs quien los devela aún más al dar vida al inspector Chen Cao. Un personaje alejado del estereotipo de las novelas del género policiaco transformado en novela negra, lo mismo los de Dashiell Hammet y Raymond Chandle o los de James Ellroy. En el más puro contraste, el inspector Chen paralelamente a su trabajo policíaco y sumido en la contradicción entre dedicarse a las letras o a resolver crímenes, traduce a TS Elliot, es un experto en poesía clásica china y cita con fluidez lo mismo a Confucio, que el rico repertorio de refranes populares, los tradicionales pero sobre todo, los nacidos a partir de las reformas de Deng Xiaoping en los años 80s y que pintan de cuerpo entero ese sistema tan difícil de definir –y más de comprender- que impera en China.

La primera novela del inspector Chen, “La Muerte de una Heroína Roja” (2000) lleva al lector a dar un vistazo al creciente abismo entre ricos y pobres, producto precisamente de la gran reforma económica en la que no importaba “el color del gato, sino que cazara ratones” (Deng dixit). En la indagación de la misteriosa muerte de una “trabajadora modelo” de los años de esplendor de la dictadura proletaria y vuelta una anónima y marginada empleada de almacén en la nueva China, el inspector Chen se ve invlolucrado en un caso delicado, por lo menos para los altos cuadros del partido gobernante, y en el que se cruzan historias personales y envidias de vecinos lo mismo que purgas y luchas internas por el poder. Todo, secuela del maoísmo que imperó durante cuarenta años y modelo de uin gobierno autoritario que quebró definitivamente (si eso es posible en China) en Tiananmen.

Bien recibida por la crítica estadounidense y premiada con el Anthony Award (Qiu se mudó de China a St Louis Misouri y escribe en inglés), la novela no escapó al señalamiento de que en ocasiones parece más preocupado por revisar el pasado que por develar el misterio de la novela. No se diga su prosa, que en sus primeros trabajos parecía ruda y sin pulir pero que indudablemente prometía, como lo demostró con sus siguientes trabajos. Más allá de eso, la muerte de la heroína le abrió a Qiu Xialong las puertas de occidente y comenzó a conquistar los mercados internacionales del libro.

LA CIUDAD PROHIBIDA… A LOS POBRES

No faltará quien vea en Qiu Xiaolong un Mankell oriental y si el lector se acostumbró a los nombres sin consonantes del sueco, no tendrá dificultades con las “eses” “haches” y “ges” en las tramas de Qiu. Al lector apasionado por resolver crímenes y que disfruta buscando sus propias pistas y sospechosos, las novelas le ofrecen un festín aderezado con poesía china y platillos de cocina que incluyen recetas y lugares para degustarlos en Shangai.

Las tramas, bien cimentadas en la historia de la misma ciudad forman parte de la resolución del crimen, pero sirven también para atestiguar los cambios urbanos, sociales y políticos desde los barrios extranjeros de los tiempos coloniales, hasta las casas compartidas y la especulación rampante de los nuevos tiempos. Más allá del condimento extravagante, el vistazo a la creciente pobreza en aras de la occidentalización y el auge de los nuevos barones que habitan los también nuevos desarrollos urbanos de Shangai, la narrativa de Qiu es una fotografía por demás impresionante. Nos recuerda que China como fábrica del mundo no se explica sin el maoísmo, de la misma manera en que los extremos de la nueva China tampoco se explican sin el mismo. En el mejor estilo de los modelos del partido único que desaparecieron como en Rusia, solo lo hacen para dar lugar a las mafias y grupos nacidos a la sombra del antiguo régimen (lo cual tiende a olvidarse enMéxico).

Efectivamente, habría elementos para señalar la demasiada atención y espacio dedicado a la situación política, pero el afán crítico de la realidad tampoco le es ajeno al género. Su tercera novela, “Cuando lo Rojo es Negro” (2004) en obvia referencia a los Guardias Rojos de Mao y a lo “negro” de los enemigos de clase, gira alrededor del asesinato de Yin Lige, autor de un libro prohibido y cuyo esclarecimiento tendrá serias implicaciones políticas y sociales entre las altas esferas del partido gobernante. Chen sobrevive a tan peligroso cóctel, porque goza de cierta protección gracias a sus dotes de poeta –en China a pesar de todo la poesía goza de un respeto raro en otros países- y también claro, a los viejos conocidos de su familia. El despliegue de erudición sobre poesía china es tal, que llevó a cuestionar incluso su clasificación en Estados Unidos como libro de misterio.

En esta novela, buena parte de la trama recae en su ayudante Yu, lo que permite asomarse no solo la pobreza de los policías de a pie, sino también a una ciudad en donde buena parte de la población comparte el hacinamiento en casas y habitaciones. Las cocinas de carbón compartidas y las habitaciones sin agua caliente sirven al crítico vistazo a la burocracia que evita o bloquea la asignación de un departamento para Yu y su familia; así el lector comienza a compartir las tribulaciones de un adorable personaje: Qiquin la esposa de Yu, que al igual que él, fue enviada a reeducarse al campo por el simple hecho de tener formación intelectual y que ahora sobre vive en medio del fragor de la modernización.

En tanto Chen se dedica a la traducción de un proyecto para un nuevo rico el cual le dejará un buen ingreso extra, también le acerca la tentación de una atractiva secretaria personal, con la que recorrerá la moda de los karaokes y los nuevos restaurantes y cafés de la nueva Shangai. Entonces el lector descubre los nuevos rostros de una prostitución tolerada bajo el disfraz de la occidentalización y el stream global por los restaurantes en los que sorprende no la escasa calidad de la comida, sino que la gente esté contenta a pesar de ello, porque la atmósfera compensa cualquier otra cosa.

Y mientras el lector recorre barrios proletarios lo mismo que las viejas casas y los nuevos Loft del capitalismo chino, se comienza a comprender el papel del maoísmo en la historia china del siglo XX: si Mao Zedong sacó al país de la miseria, la promesa de Deng Xiaoping es sacarlo de la pobreza. Ese es el espejismo más allá de sus posibilidades o de sus implicaciones sociales y éticas; y es también –aspecto olvidado por occidenrte- la temporalidad de un país milenario, esa en la que los Estados Unidos son un recién llegado y al que ya doblega China con sus manufacturas y sobre todo, como el principal tenedor de sus reservas de divisas.

LAS CAJITAS CHINAS DEL DOCTOR FREUD

Qiu Xialong presta mucha atención y cuidado a sus personajes femeninos, lo mismo en las esporádicas apariciones de su madre, con los recuerdos de su exnovia, la esposa de Yu o la eficiente “pequeña secretaria” del inspector Chen; pero es en su quinta novela en donde escala esa atención y pone en el diván del psicoanálisis el mismo papel de la mujer en la literatura china. Sin olvidar que Freud no es leído en China.

“Vestido de Mandarín Rojo” (2007) se desarrolla en una atemorizada ciudad de Shangai que contempla lo inimaginable: la aparición de un asesino serial. Al igual que en la Unión Soviética con Andrei Chikatilo (quien asesinó a más de cincuenta personas en la década de los ochenta), en China es más importante guardar las apariencias que solucionar el caso. Es la misma premisa: en una sociedad modelo e igualitaria no puede haber ese tipo de asesinos.

El complemento culinario parece bastante adecuado, ya que la indagación lleva a Chen por restaurantes en donde abundan exquisiteces como serpientes despellajadas y cerebros de tortuga frescos en serio, ya que se preparan en el momento y en la mesa. Ésta, quizás la mejor de sus novelas hasta ahora, fue seguida por “El Caso Mao” que nos lleva a una biografía no autorizada del gran timonel y que merece una reseña aparte en este blog.

Solo cabe apuntar que el maoísmo tuvo secuela en todo el mundo lo mismo que sus excesos, pero China prefiere callarlos. Menos aún se publicita los abusos cometidos por sus simpatizantes hasta hace poco en Perú y menos aún las secuelas que ha dejado en esa extraña mezcla del sistema imperante actualmente en China: el socialismo maoísta. A la manera de esas cajas dentro de cajas, China nos muestra su “progreso” económico (con un altísimo costo ambiental http://bit.ly/caSbjH ), su lugar en el nuevo orden económico mundial ( http://bit.ly/9MJ3Fu ) y su poder sobre Estados Unidos; pero el premio Nobel a Liu Xiaobo (Pekin 1955) muestra también el rostro oculto del éxito. El viejo dragón asiático por ahora se centra en su ascenso como primera potencia económica y en su escaparate de la Feria Mundial (http://bit.ly/9sOUuK) , porque el color del gato no importa, sino que atrape al ratón.

NOTA EDITORIAL Las novelas de Qiu Xialong son publicadas por Minotaur Books y se compran fácilmente a través de Amazon http://www.amazon.com Con un ligero incremento de precio pero más rápido la entrega, se pueden comprar a través de http://www.book.com.mx

Recientemente Editorial Tusquets http://www.tusquetseditores.com/ comenzó a publicar en castellano las novelas de Qiu Xialong, ojalá mejore la infame perpetrada con "Muerte de la Heroína Roja"; aunque viendo la traducción de los títulos y las promoción como el “Wallander chino”, me temo que son como la mayoría de las traducciones hechas en la península: un chino hablando como abarrotero. De desconfiar.

jueves, 9 de septiembre de 2010

BENEFICIARIOS COLATERALES: ABOGADOS Y POLICÍAS

(adenda a la Sonrisa de los Ninis http://bit.ly/b3To1f )
En un oportuno paralelismo con la última entrada en mi blog, el programa Breaking Bad dedicó su capítulo semanal al abogado con quien se involucra el par de narcotraficantes protagonistas de la serie. En el mejor estilo de esos abogados que reparten tarjetas a diestra y siniestra y que defienden a quien les pongan enfrente, sin importar raza credo y menos culpablidad; surgen los lawyers que ha inmortalizado la publicidad estadunidense en TV. Así es como el programa inicia seguido con la imagen de la banca en la que está a punto de realizarse una venta del apreciado producto azul. La banca ostenta el anuncio: “llamar es mejor”. ¿Tuvo tiempo la Barbie de hablar a su abogado Kent A. Schaffer o ya estaba contratado desde endenantes? ¿habrá exigido el derecho a su llamada telefónica y se comunicó con Kent? Para los ingresos del güero no debe andarse con miserias en cuanto a abogados se refiere y así se ve el curriculum incluido en mi post anterior. El abogado de la serie es tan eficiente que además de rescatar a un narcomenudista de la cárcel, les proporciona un “doble de cárcel” para quitarse a la DEA de los talones. La serie ha comenzado a abordar a otros personajes del mundo del narcotráfico como son los agentes de la DEA, sujetos a los que se les presta poca atención, pero por lo que muestra tanto esta serie como Weeds (donde la guapèrrima Mary Louise Parker se lía con un agente), no cantan mal los narcocorridos. Quizás menos que las rebosantes de pus policías mexicanas, pero sin duda que también son beneficiarios colaterales, ya por mordida directa ya por darles motivo y materia de trabajo, los agentes de la policía antinarcóticos son otros interesados en que esta guerra continúe. La narcodramaturgia mexicana (muy ocupada en infiernos y atentados) aún está en espera de un aventado guionista que retrate a estos abogados y policías. La ley y el orden que, aceptémoslo, ya disfrutan ampliamente de los beneficios colaterales del narcotráfico. Cómo no iba a estar sonriente la Barbie!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

LA SONRISA DE LOS NINIS

- Los Emmy reconocen la realidad

- Lleve su cajita feliz llévela.. es lo de hoy!

- La sonrisa de la Barbie: cuando ya nada importa

- Marijuana, The Law and You:

“… que según me andan buscando/ por mis negocios prohibidos/ y porque soy muy bragado/ es que para este negocio/ tienes que ser aventado./ Por apodos soy La Barbie / por los contras muy temido…” Y mientras las coplas del narcocorrido siguen y se escuchan por todo el país, desde el vecino del norte se escuchan coplas parecidas, pero estas cantadas por el conjunto “Negro y Azul” y filmadas con gran despliegue de producción televisiva; la misma que llevó hac e unos días a los protagonistas de la serie Breaking Bad a ganar sus Emmy.

Dos series de TV retratan lo integrado que está el mundo de la droga a la vida cotidiana de los EU: Weeds y Breaking Bad. En la primera, un ama de casa viuda encuentra como modo de sobrevivencia el tráfico en pequeña escala dentrio de un suburbio estadunidense, para desarrollar sin proponérselo y empujada por las circunstancias, el cultivo hidropónico en gran escala de la cannabis. En la segunda serie, es un profesor de química, quien desahuciado por el cáncer y envalentonado por la muerte, aplica sus conocimientos a producir un cristal de color azul que causa furor entre los consumidores de Nuevo México y lo instala en el imaginario de un narcorrido: el que cantan “Negro y Azul”.

Pero lo que allá es producto televisivo y fuente de premios y recompensas –además de negocio redondo para la venta de armas-, aquí se ha convertido en una dantesca geografía del horror cotidiano. Fuerte contraste con la perspectiva de una sociedad abierta (a la doble moralo sobre todo) como la de EU, que pemite incluso el análisis frío del narcotráfico en su vertiente de como las redes de distribución al menudeo, encuentran pasmosos símiles con la lógica de superación personal en las franquicias de McDonalds ©. Por lo menos así lo desmenuzan S. Levitt y S. Dubner en Freaknomics. Lectura recomendable para entender porque el narcomenudeo es una buena opción (y un espejismo mortal) para los Ninis.

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Ante la ola de explicaciones sicologistas de la prensa sobre la sonrisa del narco frente a las cámaras, prefiero preguntar: ¿Cómo verán esa sonrisa los Ninis? ¿Les causará santo temor a seguir el destino de la Barbie o más bien envidia de la gran vida que se dio mientras la estuvo libre? ¿Se sienten agredidos por esa sonrisa o más bien les nace el impulso de seguir sus pasos en un mundo que no tiene opciones para ellos?

Esa sonrisa más parece una extensión del desafío que en libertad y a diario lanzaba el capo a las autoridades, como se le antoja a cualquiera que enfrente la cotidianidad de este país. ¡Para lo que le importará a Edgar Villareal ser presentado como lo más cercano al horrendo mal, menos le asustará la ley! Es más, la justicia y la ley como a todo poderoso en este país, le dan risa. ¿Vieron el departamento que tenía en el conjunto Tamarindos en Santa Fé? Echen un ojo a la publicidad del lugar.

¿Nunca han visto una sonrisa parecida a la de la Barbie esos jóvenes norteños, cuya vida transcurre entre la troca, la visita obligada a la media lata gigante del Modelorama para comprar cerveza y el aprendizaje del dorado alarde del buchón?; ¿Es algo nuevo esa sonrisa multiretratada para los jóvenes maras que han poblado las colonias cercanas a Observatorio y traen consigo sanguinarios cultos de iniciación con cercenamientos y que usan cuernos de chivo como pistolas de agua? ¿De verdad uds creen que no han sido despreciados por sonrisas parecidas desde niños?, ¿No son acaso esos Ninis, todos ellos, el “jodidaje” como los catalogó un magnate de la televisión mexicana? ¿no son a quienes se lanza esa sonrisa de desprecio y de miedo desde las ventanillas de un carro úlimo modelo? La diferencia ahora está en que el narco les ofrece la posibilidad de algun día poder sonreir igual.

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Una ultima observación a la sonrisa. La Barbie conoce las reglas del sistema, sabe que por las buenas, incluso se abre la posibilidad de vender sus servicios a la DEA y también porque no, al gobierno mexicano: debe conocer varias de las redes de protección que se desarrollaron a lo largo y a la sombra del viejo regimen. ¿Podemos imaginar el golpe mediático que causaría la mención de algún alto político involucrado en esa protección? El complejo entramado de esas redes, para quien se interese, fue abordado en este blog hace unos meses con la reseña de la novela Power of the Dog: http://bit.ly/a8H4P4

Por otro lado, ya se sabe que sus riquezas no las perderá y encontrará maneras de disfrutar de ellas incluso desde la cárcel (como todo poderoso que se respete, lo mismo aquí que en EU) Vamos, cómo no va a reir si ya tiene hasta un abogado defensor y no uno cualquiera: Kent A. Schaffer; quien escribió un libro titulado: Marijuana, The Law and You: A Guide to Minimizing Legal Consequences y tiene entre otros reconocimientos Texas SuperLawyer, 2008; ATLA Top 100 Trial Lawyers for Texas, 2007; Best Lawyers in America, 2003 - Present, Best Criminal Defense Lawyer in Houston, Houston Press, 1995, Best Lawyers Houston y aparece en las listas Who's Who in American Law (sólo le falta un Emy).

Esos son los “beneficios colaterales” del Narcotráfico. ¡Cómo no reirse como cualquier otro poderoso dueño de este país! Al fin y al cabo, como dice la apostilla de la serie Breaking Bad: cuando ya nada importa…

miércoles, 7 de julio de 2010

NACIDO EL 4 DE JULIO

- Crónica de un nacimiento inesperado - Los políticos aún no entienden… pero lo quieren usar - Las bots de grandes glándulas traidas por el PRI
Entre las alabanzas victoriosas que salvaron a varios dirigentes de partidos, las recriminaciones de los derrotados, el alivio presidencial, el despeine de Gavioto GelBoy, la alegría por la caída del Gober Precioso y el Ruinoso… y la continuación de los desmanes del cacique Fogoso como el de Veracruz, algunos aspectos importantes del 4 de julio hay que destacar. El más obvio es el que abordan los analistas de la telecracia y la prensa escrita: las dudosas y casi pírricas victorias de la oposición, que una vez hecha gobierno enfrentará sus diferencias que no son pocas: sacar al PRI de Oaxaca y Puebla les parece invaluable, pero es triunfo de la ciudadanía más que de ellos. En cuanto al frenado en seco que se le aplicó al PRI habría más dudas, si se reconoce que no parece haber personal capacitado para ganar elecciones que no sean del PRI: la oposición ganó gracias a ellos y en dónde perdió fue su personal: Zacatecas y Aguascalientes son triste prueba de esa carencia. Entre el penoso alto porcentaje de abstención, al que las casas encuestadoras contratadas por el PRI contribuyeron más que bien, dando elevadas ventajas hasta el último momento para caer estrepitosamente al paso de las horas, y los yerros de éstas, se sentó un pésimo precedente para los siguientes procesos electorales. No en balde hubo quien propuso catalogar a estos medidores de opinión como delincuentes electorales. Vergonzoso es decir poco de su defensa que habla de “voto escondido”. En otro orden pero en el mismo desorden, es indignante lo sucedido a Xochitl Galvez. Al clásico repertorio de mapacherías propias del Pricámbrico, se sumó el racismo y el machismo más jodido que puede desplegar este país (cotas difíciles de igualar, pero un aplicado Olvera las rebasó con creces). Ese desprecio, unos días después, estuvo a punto de equiparalo la dirigencia del PAN, más ocupada en celebrar sus triunfos que en apoyar los casos de Hidalgo y Veracruz. A tal grado, que el martes Mariana Gomez del Campo estaba más preocupada por el siguiente partido de la copa mundial de fútbol que por las inconsistencias del conteo en Jalapa y las burlas en Pachuca. Y luego se preguntan en el PAN porque pierden elecciones y no dan una en la tarea de gobernar. Pero definitivamente el gran debut fue un nuevo actor político nacido el 4 de julio: el twetter electoral. Si en los últimos meses había mostrado ya sus potencialiadades al asustar a Beatriz Paredes, al grado que mejor cerró su cuenta, y ha logrado mantener a raya a demagogos como Federico Arreola, así como obligar a empresas a rápidos desmentidos y aclaraciones, el 4 de julio mostró lo que seguramente será un gran papel en las presidenciales de 2012. Twetter se desarrolla como una activa alternativa al Mute de los medios tradicionales: dice lo que otros callan. Y aún con sus excesos, ya comienza a desarrollar mecanismos propios de autocorrección: nunca falta el observador que tiene el dato a mano o investiga para corregir, pej: el caso de una afirmación de López Obrador de que Carlos Santana había vendido la mitad del país. Tras varias horas de diversión, imaginación desbordada y sobre todo de mutismo de sus seguidores y de el mismo Peje, un acucioso periodista de Córdoba siguói la pista y descubrió el error en la mesa de redacción al pasar la nota. Así ha sucedido en otros temas y la autocorrección crece y se mejora. No se diga la relación con los medios, que en forma creciente siguen la información generada en Twetter y luego la confirman. Pero el aspecto de Twetter quizás más interesante mostrado durante el proceso electoral del 4 de julio fue la vigilancia cívica y su capacidad para dar voz a la gente. Desde temprano se desplegó la denuncia de abusos y mapaches, fotos testimoniales y llamados al voto y contra la abstención. Hacia la noche y la madrugada un verdadero marcaje personal del PREP y del periplo de las actas hasta llegar a puerto seguro. Es claro que ayudó a amarrarle las manos a los caciques, no tanto medir su alcance en las sonadas derrotas, pero el precedente está puesto. Lo mismo para organizarse y apoyar entre varios estados cercanos el voto contra el PRI, que el despilfarro monetario de este partido en la creacción de cientos de cuentas falsas y bots de glándulas mamarias hiperdesarrolladas, importadas seguramente de Venezuela y dedicadas a repartir spam y mensajes mentirosos; twetter electoral se dirige rumbo a las elecciones del año próximo y las presidenciales del 2012: Nació el 4 de julio.

lunes, 28 de junio de 2010

EL PRI SIEMPRE ES EL MISMO

México no puede ser el Club del Oso

El PRI es el factor de desestabilización

A diez años de una transición democrática casi de terciopelo, nos encaminamos a unas elecciones estatales en las que la principal víctima es precisamente la democracia. Pero el mayor reclamo a los victimarios -que no son otros sino los partidos políticos-, es el dilema tramposo en el que han colocado a los ciudadanos y votantes.

La guerra de lodo con el ventilador en contra y en el que participan todos, pinta un paisaje desolador. El primer gran villano el PRI, ha mostrado que los 10 años formalmente fuera del gobierno federal, le ha dado una gran lección: no necesita cambiar sus hábitos tramposos y corruptos. Refugiado en los estados y en personajes tan impresentables como lo que en Twetter ya se denomina el Club del Oso (el Gober Gomoso, el Precioso, el Fogoso y el Ruinoso); en el apodo pintan de cuerpo completo toda su presencia en el imaginario colectivo.

Desviación de recursos para las campañas de sus respectivos delfines de una manera vergonzosa para las arcas públicas y un nulo arbitraje electoral; un derroche insultante para la pobreza y para cualquier intento de civismo y conciencia ciudadana. Violencia abierta contra los opositores recurriendo al secuestro, las golpizas, el retiro de propaganda y el despliegue de provocadores. Sin olvidar la generalizada compra de la prensa estatal y con graves señales de que el embute alcanzó a la prensa nacional a través de encuestas amañadas y acallamiento de notas contrarias a los señores feudales.

Curiosamente el despliegue de toda la parafernalia del mapachismo priísta no les despeinó en lo más mínimo y antes al contrario, parece que les confirmó que la gran masa de la población así los acepta y se dispone a votar por ellos. A ello se aúna no solo el desgaste del panismo en el ejercicio de gobierno, sino sobre todo sus yerros, yerros que van más allá de la crisis económica y la sangrienta guerra al narco. A la ruina de la administración pública heredada del foxiato se sumó la incapacidad para cubrir al personal del Estado en áreas tan delicadas como Hacienda y Seguridad Pública: se recurrió a los especialistas del viejo regimen y no en balde ahí es donde más asoma la cola del dinosaurio tricolor.

Bien lo resumió un analista: quizás el PAN merezca perder la elección por sus errores, pero definitivamente el PRI no merece ganar. Y esta es la primera reflexión que deberían de hacer los votantes el próximo 4 de julio: ¿en realidad merece el PRI volver al gobierno cuando no sólo no ha cambiado, sino muestra su peor rostro con esos personajes que se ufanan de tener “todo el piche poder en la mano” o de manejar a la autoridad electoral y recibir palpitantes botellas de cognac? ¿Es la voz del nuevo PRI ese llamado de Beatriz Paredes a reprimir a Twetter si se atreven a criticarlos?

Pero el mayor reclamo que se puede hacer tanto al PRI como a los otros partidos es el dilema ético en el que han colocado a los ciudadanos. La divulgación de las grabaciones con las trapacerías de estos dinosaurios nos coloca entre la espada y la pared: ¡aceptar una ilegalidad como lo es la grabación, pero que al mismo tiempo es la prueba de actos ilegales de verdaderos delincuentes! Un intercambio tuitero lo retrata: @sergiozaragoza: @ileanau ok, entonces tu consideras correcto grabar llamadas personales // ¿y tu consideras correctos a ladrones y pederastas?

Ante esa trampa no queda sino renovar el llamado al voto, y un tuit lo hace magistralmente: “El voto cuenta pero para que cuente hay que votar” y aquí retrocedemos veinte años: la abstención es el mejor aliado del PRI y el gran reto de los partidos opositores es que la gente olvide sus yerros y salga el próximo domingo a votar. Sigo convencido como lo señalan las encuestas, que el deseo de cambio es muy grande pero es el comportamiento de los políticos lo que inhibe a la gente a participar.

No queda sino recordar las palabras del cronista de la caída de Granada: “A esta ciudad la protegen sus propios ladrones y la gobiernan sus propios enemigos…”. Yo diría que para salvarla, sólo quedamos los ciudadanos.

Adenda: Y para recordarnos como Fidel Velazquez que ellos tomaron el poder con las armas y retar para que se los quiten igual, de nuevo surge el atentado a un político. De inmediato se culpó al gobierno federal y se oculta que los gobernadores son del PRI. En cuanto al desfile de declaraciones hipócritas, retratan que no existe ninguna nueva actitud: unos más otros menos, bailan felices en torno al Club del Oso.

lunes, 17 de mayo de 2010

LUCES Y SOMBRAS DE FERIA: SHANGAI 2010

-Primera Feria Mundial de la historia: Acapulco -Arquitectura e inconsciente colectivo -El 1r Serial Killer en la Feria de Chicago -La sombra de la Feria de Shangai Desde la primera Feria Mundial llamada Great Exhibition of the Works of Industry of All Nations realizada en Londres en 1851 hasta la recién inaugurada en Shangai, estas Ferias han tenido como objetivo ser un escaparate de la modernidad y al mismo tiempo, un vistazo al futuro. Pero como toda visión futurista, es más lo que muestra del presente que de los mismos tiempos por venir. Si bien las ferias se remontan al comercio medieval europeo, su conversión en escaparate de novedades provenientes de tierras lejanas podría rastrearse a las que se realizaban cada año en Acapulco con todas las mercaderías que cargaba la famosa Nao de China en la época del México colonial. Pero sería la sociedad industrial la que les daría a esas ferias plenamente un carácter planetario, un alarde de avance tecnológico y de rebote pero sin planteárselo, un espejo de algunas de sus contradicciones más oscuras e inconcientes. En esa primera Feria Mundial de 1851 surgió un curioso debate alrededor de uno de sus emblemas, el Cristal Palace, dicha construcción mostraría de varias maneras que la idea del progreso se convertía ya en una ciega religión rumbo a la idolatría. Esa edificación en Hyde Park hizo visible el inconsciente colectivo de la época cuando se planteó y se debatió el destino que tendrían los árboles interpuestos en el camino del progreso. La solución reafirmó el nuevo poder de la sociedad industrial y su afán de abarcar a la naturaleza: la estructura de hierro y vidrio se construyó de manera que los árboles fueran su contenido: en el fondo no era sino la loca idea de que la cultura puede englobar a la naturaleza como una planta en maceta: reducirla a miniatura y encerrarla en el lugar más adecuado a su interés. El asunto no paró ahí, la Historia fue la siguiente víctima y prefiguró los parques temáticos de la actualidad. Augustus Welby Pugin diseñó el patio medieval de la feria y lo que se pensó como un nostálgico vistazo del neogoticismo a la moda, fue en realidad otra celebración del poder: el arte gótico se convirtió en decoración de la nueva estructura aportada por la sociedad industrial. Por otro lado, si el príncipe Alberto –principal promotor de la Gran Exposición- tenía la esperanza de sublimar los conflictos bélicos de Europa, en pacífica competencia comercial y de negocios, dicha esperanza se convirtió en el emocionado interés frente al escaparate de los nuevos productos de la sociedad industrial para la guerra: los gigantescos cañones de la casa alemana Krupp atrajeron tantos visitantes como el Disneylandia gótico de Pugin. El eco y la destrucción del acero, velaban armas esperando el perfeccionamiento de sus ingenieros y las campañas del imperialismo europeo alrededor de todo el mundo. EL DEMONIO EN LA CIUDAD BLANCA En el verano de 1889 la ciudad de París organizó la Exposición Mundial como parte de los festejos por el Centenario de su revolución. En Champ de Mars se expuso la más grande y glamorosa feria mundial hasta entonces vista, tan exótica que sus visitantes no concebían pudiera ser sobrepasada. El mayor alarde tecnológico de la época, una torre de hierro de más de trescientos metros que se disparaba al cielo como la estructura más alta jamás construida por el hombre, aún se le puede ver y es un símbolo de la ciudad: la torre Eiffel. Entre los países participantes se contaba Estados Unidos y el alarde de la torre, significó un abierto desafío a la supremacía constructiva que suponía Brooklyn Bridge y otros trabajos en hierro y acero de sus ingenieros. En contraste, su presencia en la Expo de París la colocó -según The Chicago Tribune´s- entre las naciones “descuidadas en su apariencia”, porque en tanto otros países mostraban dignidad y estilo, los americanos habían erigido “una mezcla de pabellones y quioscos sin ninguna guía artística ni plan uniforme”. La misma Torre Eiffel y su éxito, que no desfiguró el paisaje de la ciudad y más bien devino en su complemento, se tomaron como desafío, dando pie a la idea de albergar una gran exposición que mostrara al mundo otra cara de América y en particular opacara la dichosa torre. La conmemoración del descubrimiento de Colón con una feria mundial se volvió irresistible. La puja entre las ciudades para albergarla la ganó Chicago. Esta Feria Mundial cambiaría a los Estados Unidos en muchos e importantes aspectos. Durante los seis meses que duró abierta la visitaron 27,5 millones de personas, impresionante si se toma en cuenta que la población total era de 65 millones y que al viajar desde todos los rincones del país en ferrocarril, en realidad sus pobladores descubrían el país. En una época en la que la bicicleta era novedad, el teléfono una rareza y el fonógrafo una absoluta revelación, se comienza a entender la importancia de esta feria. El gigantismo norteamericano hizo su debut: una simple sala de exhibición podía albergar el capitolio, la Gran Pirámide, la catedral de Winchester, el Madison Square Garden y la Catedral de San Pablo, todo al mismo tiempo. Y la “monstruosidad”, la Ferri´s Weel, rechazada al principio para competir con la Torre Eiffel la eclipsó por el momento, se convirtió en emblema de la feria y se heredó al mundo moderno hasta la fecha en versiones de todos tamaños: la conocida Rueda de la Fortuna, que lo mismo está en toda feria de pueblo que en la Torre del Milenio en Londres o Hong Kong integrando en cada una los mayores avances constructivos. El catálogo de personajes presentes en la Feria es impresionante: desde Buffalo Bill a George Westinghouse, Henry Adams y el Archiduque Francisco Fernando entre otros muchos, sin olvidar el conflicto escenificado entre Nicolas Tesla y Thomas Edison por el tipo de corriente eléctrica a utilizarse en la feria. Fueron precisamente las casas iluminadas y repletas con aparatos eléctricos, los que dieron a los americanos un vistazo a su futura sociedad de consumo y la famosa Gran Ciudad Blanca de la Feria, marcaría el paradigma urbanístico de las ciudades en todo Estados Unidos; esa pauta hasta la fecha se puede ver hasta en las localidades más pequeñas. La información alrededor de esta Feria es abundante, pero sin duda uno de los mejores libros escritos al respecto, con un impresionante trabajo de investigación de archivos, recreación de la arquitectura de la ciudad de Chicago, de la misma construcción de la feria y sobre todo las fuerzas sociales subyacentes, es el de Eric Larson: The Devil in the City. Porque mientras los visitantes vestían sus mejores ropas y quedaban pasmados por la iluminación eléctrica, el trazo de la ciudad, los gritos desde la altura de la Ferri´s Wheel y se iniciaban en el consumo de los box lunch, las hamburguesas, el agua carbonatada y comida como clam chowder, baked beans, pumpkin pie, Juicy Fruit Gum, Pabst Blue Ribbon beer y Quaker Oats; en las zonas recién urbanizadas alrededor de los terrenos de la feria muchas mujeres desaparecían misteriosamente a lo largo de esos meses. Era el debut del lado oscuro de la civilización americana: el asesino serial. En forma paralela a la historia de la construcción de la feria (de mucha utilidad para los arquitectos), así como de los intereses y personajes alrededor de ella, Larson sumerge al lector en los archivos de las investigaciones policíacas de la época para descubrir no sólo el atraso de las técnicas forenses que cambiarían a partir de entonces, sino también las posibilidades para el surgimiento y el desarrollo de estos personajes que simplemente anunciaban el siglo XX. No es exagerado decir que esta feria cambió a los Estados Unidos para siempre. PARA SERVIR AL PUEBLO Es innegable el papel que han cumplido las Exposiciones en el desarrollo de las grandes ciudades para convertirlas en escaparates del futuro imaginado por sus constructores. El desarrollo de las técnicas constructivas por parte de ingenieros y arquitectos, lo mismo se vio en Londres que en Paris y la misma ciudad de Chicago con sus característicos rascacielos, no se explicarían sin la feria de 1892. Por lo mismo la ciudad de Shangai no escapa a esa tendencia, salvo que como todo lo relacionado con China, a su misma lejanía y a la etiqueta de exotismo que le ha asignado el imaginario occidental, se suma el ostracismo que la misma China impone a la mirada extranjera. La ciudad de Shangai tiene un papel crucial en la historia de su país, por su rápida occidentalización a manos de las legaciones extranjeras que impusieron su presencia tras la guerra del opio, por su carácter fabril apoyado por el maoísmo en sus afanes de industrialización y como cuna de la llamada Revolución Cultural, los Guardias Rojos y la Banda de los Cuatro. La pregunta que viene a la cabeza es, más allá del indudable escaparate que presentará la clase gobernante china al mundo a través de la feria ¿Qué fuerzas subyacentes y ocultas se mueven tras esa fachada de modernización acelerada y control civilizatorio? Siglo y medio después de la Gran Exposición de Londres y su Crystal Palace, la escala del afán de controlar y subsumir la naturaleza es otra: la presa de las Tres Gargantas desafía lo imaginable para la ingeniería, pero también anuncia lo que más oculta el gobierno chino: el costo ambiental (por no mencionar el social del que las obras hidráulicas en México son un pálido reflejo). Es de nuevo la literatura la que nos permite asomarnos a esas fuerzas ocultas. Ya Shangai Baby, Wei Hui mostró al mundo ese ambiente de jóvenes hijos de la élite china en loca carrera para occidentalizarse a cualquier costo, consumiendo toda la parafernalia electrónica de marca occidental y producida en buena parte precisamente en Asia, con niveles altísimos de contaminación. Por sus páginas se recorren las nuevas autopistas en las que circulan Mercedes Benz y otros autos lujosos rumbo a fiestas restaurantes y discotecas, en un abierto alarde que profundiza más -a golpes de la moda Chanel (Coco es el sobrenombre de la protagonista)- el abismo que día a día se abre más entre pobres y ricos en un país que no abandona el discurso del maoísmo y la dictadura del proletariado y lleva un lema en sus billetes: “Para Servir al Pueblo”. Más interesante por el mundo en transición reflejado en sus páginas que por calidad literaria, la prohibición de Shangai Baby por el gobierno y la quema de 200 mil copias lanzó el libro al cielo del best seller global. El otro autor que devela los subterráneos de la corrupción escondida tras la acelerada urbanización de Shangai es Qiu Xialong, con sus seis magnificas novelas del inspector Chen Cao y cuya importancia merece una reseña aparte que ya preparo para una próxima entrega. Mientras tanto, cuando nos presenten la magnificencia de la Feria Mundial de Shangai, estemos claros de una cosa: al apagarse sus luces, en medio de la oscuridad, vuelve una y otra vez el inconsciente colectivo del mundo industrial, aunque en este caso tenga una historia milenaria y esté en chino. __________ The Devil in the City (Murder, magic and madnes at the fair that changad America), Larson Erik; Vintage Books 2003. Shangai Baby, Wei Hui Washington Square Press 2002 A Case of Two Cities (An inspector Chen Novel), Qiu Xialong, Minotaur Books 2007

martes, 20 de abril de 2010

CHAMBAS

- ¡ Serafina, Serafina!, ¡Te anda buscando la policía!, una patrulla está preguntando a los vecinos que si saben en dónde localizarte.

Serafina se quedó helada, más que el agua del arroyo en la que chapoteaba la ropa enjabonada de sus hijas. Volteó a buscarlas instintivamente y confirmó que estaban cerca: jugaban con una muñeca sin un ojo y el vestido raído como los de ellas. Por su cabeza cruzaron imágenes y decisiones. Ideas que nunca se le hubieran ocurrido: correr con sus hijas por la barranca para alejarse del pueblo, esconderse y vivir en alguna de las cuevas ahí cercanas, refugiarse con alguna vecina, juntar un poco de dinero prestado y cruzar la frontera por Ciudad Juárez para trabajar del otro lado. Pero también muy rápido supo que ninguna de ellas era viable, las niñas representaban una carga que haría difícil cualquier plan de huida y dejarlas -aunque fuera por un tiempo para después recuperarlas- ni pensarlo.

Entregarse a la policía le parecía algo suicida, estaba segura de no haber cometido ningún delito, pero la inocencia era lo último que importaba con la policía, ya casi se veía presa y separada de sus niñas. ¿Por qué le tenía que pasar esto a ella?, precisamente ahora, cuando ya había logrado juntar los seis mil pesos de cuota para inscribirse en un programa y construir su casa; de qué le había servido trabajar de sol a sol como sirvienta en una casa en una lejana colonia de gente rica y deslomarse lavando ajeno los fines de semana. Si huía, hasta sus ahorros perdería. Sin saber cómo, un sentimiento le invadió, una especie de abandono y de seguridad le dio la certeza de que ya nada peor le podía pasar en la vida y le llenó el cuerpo. Sintió que ya no tenía compasión por si misma y menos para los demás.

- ¡Marisela, Marisela!, te anda buscando tu jefe, parece que hay algo urgente-

Marisela que ya se disponía a arrancar su auto, con un gesto de resignación se bajó, lo cerró e hizo el camino se regresó a la oficina. El cansancio acumulado de la semana se haría más pesado con el congestionamiento del tránsito de los viernes por la noche, no alcanzaría a ver a su hijo el más pequeño: para cuando llegara a su casa ya estaría dormido. A ver ahora que se la atoró al inútil de mi jefe, pensó.

El funcionario la recibió con cara de angustia mostrándole la pantalla de la computadora en estado de catatonia informática, sin que pudiera ni avanzar ni retroceder. Le explicó la urgencia: Va a haber un acto en Los Pinos con el presidente y el secretario, se necesita que venga una mujer a la que se le haya dado un crédito para que reciba los papeles de manos del presidente, necesitamos que sea algo de acuerdo a las necesidades de la oficina de Comunicación Social. ¿Cómo le hago para entrar a la bases de datos y escoger a alguien?

Marisela se sentó frente a la computadora, tecleó CtrAltSupr la máquina respondió y cerró todos los programas; luego la apagó y tras unos segundos la encendió de nuevo. Con calma y paciencia preguntó exactamente cómo querían que fuera la elegida, de qué estado o de qué edad.

- ¡Nada más que esté bien jodida!, ¡tú define el perfil, pero ya!, porque hay que mandar a traerla y que esté aquí el domingo.....

- ¿Te parece bien que sea de Chihuahua?, es de los estados mejor organizados.

-¡De Chihuahua, sí, que sea de Chihuahua!, ¿está completa la información?

- Sí, si está completa- respondió Marisela.

- Entonces saca tres candidatos y propón uno- respondió más tranquilo su jefe.

Mientras tanto, Marisela reflexionó el mejor método para elegir a alguien a quien se le diera un crédito para construir su casa y además la oportunidad de viajar a un evento con el presidente. Trató de imaginar una mezcla de azar y estadística que no estuviera reñida con la justicia y que al mismo tiempo, no dejara la decisión en manos de un burócrata o de un líder que lo entregara a algún incondicional suyo. Tomó el promedio de ingreso de varios municipios y lo redujo al solicitar el perfil, después lo condicionó a que fuera mujer trabajadora menor de treinta años y con hijos. Segundos después apareció un folio con un nombre en la pantalla: Serafina Mozos Cigarrero.

-- Muy bien Licenciado, muy bien, me parece buena la propuesta. Comuníquese a Chihuahua y vea con el Delegado para que vaya viendo de una vez si la mujer está dispuesta a viajar a la ciudad de México.-

-- ¡Cómo no va a aceptar!, a esa gente póngale afuera el atole y los tamales y va a ver si no comen en donde sea. El funcionario apenas esbozó una sonrisa ante el comentario burlón y despreciativo de su secretario particular, después se dirigió de nuevo al director. Con el respaldo inclinado del lujoso sillón de piel, el Director General le tendió las tarjetas hechas por Marisela; la blancura de las mangas de la camisa contrastó con la media penumbra que producía la lámpara sobre el escritorio.

-- Da gusto trabajar con gente como usted, alguien que resuelve rápido y bien los bomberazos.- El aroma de la fina madera del escritorio fue percibida por el subordinado casi como parte de la felicitación, él mismo se felicitaba por su habilidad de poner a trabajar a los demás en su beneficio. Esto sin duda, aumentaría su puntaje en la carrera por la dirección vacante.

No terminaba aún el director de recibir con orgullo y en silencio la felicitación de su superior, cuando al momento de recoger las tarjetas informativas se escuchó la voz del secretario particular.

- De una vez váyase haciendo una tarjeta con un guión de las palabras que deberá decir esa mujer ante el presidente. Algo que hable de nuestro programa y que agradezca la casa, en fin ya sabe usted, algo lucidor para el Preciso, para el Secre y para nosotros.

- Sí, no se preocupe licenciado, yo me encargo- Mientras salía de la oficina, el funcionario menor se devanaba la cabeza pensando a quien pedirle la nueva tarjeta; sí se la pedía a Teresa su amante, le ofrecía la oportunidad de lucirse; por otro lado, era más confiable Marisela, aunque pedírsela significaría la tensión propia de un bomberazo en viernes por la noche. En el camino a su oficina algo se le ocurriría, lo que urgía en este momento era localizar al delegado para que este a su vez buscara a la mujer, la convenciera de viajar para estar en 24 horas aquí y la prepararan para la ceremonia oficial.

- A ver Tere, necesito hacer una tarjeta urgente, ayúdame porque tu sabes escribir más rápido que yo en la máquina.- rápidamente la subdirectora se dispuso a teclear.

Haciendo de tripas corazón, Marisela se sentó al otro lado del escritorio, ya sabía que ella terminaría haciendo el trabajo de su jefe, pero si se ponía a discutir, nada más se tardaría más en salir de la oficina y en llegar a su casa.

Su jefe comenzó a dictar y la subdirectorta –cómo rumoraba la oficina- a escribir corrigiendo por aquí y por allá en voz alta algún tiempo de conjugación o término:

- Quiero agradecer al Presidente, porque de no haber sido por este programa yo nunca hubiera tenido casa, ya que por mi nivel socioeconómico no soy sujeto de crédito ni pertenezco a ningún organismo de vivienda.... -

Media hora después, le daban la tarjeta a leer a Marisela, esta, esbozando una sonrisa les dijo:

- Así no habla esa gente, se necesita un lenguaje más sencillo y directo-.

- A ver, según tú ¿cómo debería de decirlo?- le espetó su jefe.

“Ya lo sabía” pensó Marisela, piensa que no me doy cuenta, pero si no lo hago quién sabe a qué horas saldré de aquí.

- Denme chance- les dijo, y se sentó frente a la computadora. En tanto, Tere hacía un mohín de disgusto por el silencio aprobatorio de su jefe. Media hora después la tarjeta definitiva estaba en el escritorio del funcionario.

Un vacío en el estomago y el sudor frío en las manos le invadió mientras el avión tomaba impulso en la pista y despegaba. Sintió en el cuerpo una ligera inclinación hacia un lado y de pronto apareció por la ventanilla la cuadrícula de calles con cientos de pequeñas casas de la ciudad iluminadas por el sol amarillento del atardecer. Con el valor de la curiosidad se pegó a la ventana y alcanzó a distinguir entre los pocos edificios altos de la ciudad el del Hotel El Presidente, sus hileras de ventanas parecían rayas negras, todo un costado blanco y liso dejaba ver el nombre y hasta arriba un techo redondo y azul. Las galeras de las bodegas y los mercados, los campanarios de las iglesias destacaban en medio de las construcciones y parecían de juguete; aquí y allá, el fresco verde intenso de los árboles de los jardines, mientras, en el horizonte, las montañas crecían, se alejaban y se convertían del café rojizo al azul grisáceo. En unos cuantos minutos el rojo de los arces y el amarillo de los abedules se perdió a medida que el avión ganaba altura y la sierra se convertía en pequeños rasguños en el suelo, Serafina con trabajo dejó de observar las nubes cuando la azafata le preguntó qué quería de tomar.

A su lado el Delegado observó por un momento la ropa humilde pero limpia de Serafina. Parecía que había entendido, debía llevar su ropa formal pero sin falsos lujos; nada fuera de sus posibilidades y al mismo tiempo lo suficientemente presentables en una ceremonia con el presidente en donde estarían los medios de comunicación. Serafina había entendido todo desde el principio, era inteligente y arrojada, no se achicopalaría frente al micrófono y las cámaras, pero tampoco negaría su extracción popular.

Después del susto por la patrulla que la buscaba y una vez enterada de lo que se trataba, se puso feliz y aceptó inmediatamente el viaje a la capital y solamente pidió dos cosas: que la llevaran a visitar a la virgen de Guadalupe y quería conocer Chapultepec. - Hecho- fue la respuesta del delegado.

La tarjeta redactada por Marisela a pesar de los intentos de comunicación social por cambiarla una y otra vez, continuó su camino: no tuvieron más remedio que reconocer que no había que meterle mano, sobrevivió y llegó a las manos de Serafina. Mientras esta agradecía con sincera emoción y palabras entrecortadas, mezcla de sus sentimientos y el sencillo reconocimiento que leía en la tarjeta; un reducido grupo de funcionarios en el presidium medio atendían la ceremonia y charlaban entre ellos. Sorprendidos por la desenvoltura de la mujer y por su aspecto limpio y cuidado, cuchichearon con una sonrisa en sus rostros.

- Que bien le quedó la tarjeta, tiene usted buena pluma.

- Gracias Licenciado, pero sin su dirección me hubiera sido difícil encontrar el tono.

Con una sonrisa entre complicidad y hastío por la ceremonia voltearon a ver a Serafina.

- Bien despierta la mujer, licenciado-

- Sí hombre, ¡¿en dónde se podrá conseguir una sirvienta así?!

lunes, 12 de abril de 2010

Moronita ©

Una fresca carcajada fue la respuesta de mi madre, tan inocente y sincera, que me desarmó y no supe o no quise entender cuál era su respuesta a mi reclamo. También era una risa que a una hija como yo, parecía indigna y al mismo tiempo contagiosa de alegría, pa' pronto, era una risa de poca madre.

Llevaba yo una semana en Houston, mi madre no sólo me había alojado en su pequeño departamento, también me había paseado por la gigantesca ciudad. Incluso se dio el lujo de comprarme ropa en un Mall y regalarme unos tubos eléctricos con graduación para tres temperaturas, con su espejo para maquillarse y para ver el reflejo con luz de noche y con luz de día. Durante toda esa semana casi olvidé a qué iba y que esta mujer alegre y rejuvenecida era mi madre.

Por lo menos era totalmente diferente a la mujer a la que nadie en la familia le creyó cuando empacó algo de ropa y compró un boleto de Grayhound para viajar por estados Unidos. Hasta mi padre pensó que era una buena broma para tomar un descanso lejos del entorno familiar. Todavía al transcurrir un mes y recibir una tarjeta postal informando que estaba bien, todos pensamos que mamá se merecía esas vacaciones. Fue hasta medio año después, cuando papá comenzaba a marchitarse y la casa se caía a pedazos cuando los hermanos más grandes nos preocupamos. Ahora pienso que ninguno entendía realmente el significado de la actitud de mamá.

A los hijos de mayor edad ocupados en nuestras vidas y problemas, quizá nos era más fácil olvidar la ausencia materna, sin embargo esto ya no fue posible cuando, transcurrido un año, los hermanos más pequeños y papá zozobraban en el caos en que se había transformado la casa familiar. Entre la libertad de movimiento que me daba la Universidad y el privilegio de ser la hija mayor, me convertí en la emisaria de la familia. Una junta de hermanos, algunos días libres y sobre todo ver a mi padre todo lloroso y abandonado, me pusieron en el aeropuerto rumbo a Houston, con el suficiente dinero para dos boletos de regreso y, por si las dudas, una postal con la dirección de mi mamá que pareceìa muna broma más: Atascosita #42-25.

Desde que la vi en el aeropuerto comencé a sentir que todo era diferente: la mujer que me recibía estaba rejuvenecida y parecía gozar de excelente salud. Tras la bienvenida los abrazos y las preguntas por la familia, me condujo al estacionamiento para mostrarme que, además de comprar un viejo pero todavía funcional Dodge 75 de estridente color al que llamaba cariñosamente el very blue, se había atrevido a aprender a conducir. A lo largo de aquella maraña de entradas, puentes y señales rumbo a la ciudad comenzó a explicarme su nueva vida: vivía en un departamento sola, y lo había amueblado con ofertas de tiendas y "regalos" de los contenedores de basura, el mismo very blue era un regalo.

-Estos gringos tiran hasta el alma, hija mía... y la mayor parte en muy buen estado... excepto el alma - y soltó una risa franca y juguetona.

Al verla gozar al volante y reírse por perder la salida correcta en un free-way, me vino a la cabeza la imagen de papá, triste, desconsolado, hablando por larga distancia, rogando a mi madre que volviera. Sobre todo recordé aquella noche, cuando apretando la bocina con sus arrugadas manos comenzó a cantarle en la bocina: Muñequita linda, de cabellos de oro, de dientes de perla, labios de rubí... pidiéndole que se acordara de cuando eran jóvenes.

Ante mi asombro y curiosidad, ya en su pequeño departamento -nada del otro mundo pero bastante aceptable-, con una gran sonrisa de satisfacción continuó contando todas sus peripecias. Había cruzado la frontera con pasaporte pero sin permiso para trabajar; en San Diego le dijeron que le convenía incursionar más hacia el Este; muy convencida se subió en un autobús Grayhound en donde conoció lo que ella misma denominó el "american zoo". Su apariencia maternal y poco mexicana la libró de los abordajes de la migra, así pensaba llegar a Miami creyendo quedar a salvo entre los cubanos, pero en Baton Rouge su poco inglés le hizo perder el autobús. Para no dormir en la terminal, decidió tomar el más próximo a salir y éste la llevó de regreso a Houston; ahí, sin dinero para continuar el viaje salió a probar suerte. Ayudada por una chivera, logró que la contrataran de lavaplatos por unos cuantos dólares la hora y así sintió el placer de que le pagaran constante y sonante por lo que -decía riéndose- había hecho sin cobrar toda su vida.

Platicando se nos fue el resto de la tarde, después decidí tomar un baño. Al salir me encontré con sábanas y cobijas limpias sobre el sofá - Ahí dormirás- me dijo desde la cocina, en donde yo creí que preparaba la cena, pero no había tal, porque en ese momento salió con un tintineante vaso que no parecía precisamente de limonada para decirme ¿a dónde prefieres ir?, ¿comida china o italiana?. Salimos esa noche y también las siguientes. A través de aquellas cenas y comidas, una imagen volvía una y otra vez a mi memoria: mamá cocinando para media docena de personas, sentándose al último y atendiendo a todo mundo. Ahora, yo veía a una desconocida que con mucha seguridad y en inglés, lo mismo escogía en un self-service que ordenaba en un restaurante italiano; pero sobre todo, nunca la había visto tan sonriente ni de tan buen humor.

Al paso de los días me resistí a aceptar la idea de que mi madre había roto con la vida familiar para emprender nuevos caminos; precisamente ahora, cuando todo mundo creía que su existencia estaba realizada. Mientras ella partía a su trabajo, yo vagaba por los grandes almacenes comerciales y por las instalaciones del Centro Espacial; ahí, entre cápsulas, maquetas y fotografías de lo que desde niña había conocido por la televisión, sentí una inmensa lejanía de la mamá de mi infancia; porque aquí en Houston cada vez que yo volvía a su pequeño departamento, era más como una tierna, cariñosa y ocupada tía, que gentilmente atendía a una visita inesperada y quizás hasta un poco molesta. Así me sentí sobre todo el día en que me avisó que tenía una cita pero que no me incomodara: yo también estaba invitada a cenar con Steve. El gringo aquel resultó bastante simpático y eso salvó la velada, la salvó para mí, porque ellos platicaron y se rieron largamente, mientras yo quedaba sorprendida por el fluido inglés de mi madre y espantada de la familiaridad con la que trataba al gigante rubio aquel, quien a pesar de estar ya entrado en años prodigaba amabilidad y coquetones juegos y piropos a mi madre.

La semana voló entre mis excursiones, el trabajo de mamá -que para ese entonces ya era supervisora en una fábrica- y las cenas y visitas al cine juntas. Salvo el primer día cuando riéndome le había avisado que venía por ella, y a lo que ella me había contestado también muy sonriente que estaba bien, no habíamos vuelto a tocar el punto. Asumí que siendo la hija predilecta no podía negarse a mi pedido, incluso pensé que podría estar ya cansada y que se disponía a levantar esa especie de castigo familiar y, sobre todo, confié en mi capacidad de convencimiento. Así que decidí confirmar dos boletos en el vuelo a México y con ellos en la mano, encaré por la tarde a mi madre cuando llegó de su trabajo. Le expliqué el caos de la casa, el desgarriate de los pequeños y la tristeza de papá. Analicé su soledad en el extranjero y la indefensión de su edad, muy segura de mis palabras y mostrándole el boleto de avión, creí ser contundente al pronosticar la ausencia de un futuro feliz lejos de su familia, le recordé que no tenía necesidad de trabajar y que en México vivía en forma bastante desahogada, que incluso si quería, podríamos contratar otra muchacha para que le ayudara.

Sin perder la dulce y radiante sonrisa me explicó que no podía salir de Estados Unidos, su situación ilegal no le permitiría volver a entrar, pero se comprometía a sustituir la tarjeta postal con llamadas telefónicas. Incrédula, segura de no haber sido comprendida y ya medio enojada, muy seria y con firmeza traté de hacerle ver la indignidad en la que estaba cayendo al olvidar su papel de madre y esposa. Fue entonces cuando me respondió con aquella carcajada. Y con el mismo tono dulce y paciente con que me hacía ver la estupidez de mis berrinches cuando era pequeña, me respondió:

-Mira hija, he vivido dos vidas, una detrás de otra. En la primera fui hija, esposa y madre, me llamé señora de Salazar, ahora, soy sencillamente Pat, una mujer sin muchas obligaciones y con medios modestos pero suficientes para mí; la primera vida duró casi tu edad, treinta años, la segunda, el año que llevo fuera del hogar. No me siento sola y quiero saborear plenamente tanto mis años de esposa y madre, como los que me quedan de vida -y haciendo una corta pausa, con un rostro de felicidad infantil me dijo- Voy a consumir el pan de la vida, ¡hasta la última moronita..! En ese momento un hermoso y casi olvidado recuerdo llegó desde mi niñez. Era una pequeña complicidad establecida en las mañanas a solas con mi madre, la travesura de comer un pan dulce hasta el final y sin dejar nada, ni la última moronita. Quién sabe que cara pondría yo, pero la gravedad que tenía el momento, fue rota de nuevo por la pícara carcajada de mi madre para decirme: ¿de verdad creíste que volvería contigo?

Han pasado ya varios años, la ruptura de mi madre con la familia ha marcado todo este tiempo. Poco a poco se fueron alargando sus comunicaciones hasta prácticamente desaparecer; a pesar de que en un primer momento la condené como casi todos, con la distancia del tiempo lo que predomina en mí ya no son los resentimientos o los juicios de condena sino el recuerdo de esa sonrisa de felicidad que le conocí en Houston. Una sonrisa que a veces también a mí me gustaría tener, si pudiera consumir la vida como ella, ¡hasta la última moronita! ©

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Este relato fue publicado originalmente en 1998, es parte de un libro editado en forma privada con relatos sobre mujeres titulado La Despedida.